En la primer etapa de nuestro comercio corríamos tras las elecciones de nuestros clientes , que nos pedían lo que no vendíamos , que nos pagaban como nosotros no pagábamos , con entregas inmediatas que suplíamos a base de un gran esfuerzo.

Había entonces un gran objetivo, el consolidarnos como una alternativa como proveedor, y en algunos casos a costa de ver disminuida sensiblemente nuestra incipiente rentabilidad.

Eran tiempos de muy pocas seguridades, fundamentalmente de no saber “que tan buenos éramos” para nuestros clientes.

Claro que el tiempo pasó y después de trabajar incansablemente fuimos fortaleciendo nuestro conocimiento sobre los clientes y nosotros mismos y , sin desatender aquello de tener “un comercio diseñado para nuestros clientes”, empezamos a elegir …

Comenzamos con mucha responsabilidad a seleccionar cual era el mejor proveedor para nosotros y nuestros clientes; de que manera nos convenía a nosotros y a nuestros clientes que hagamos las entregas; como teníamos que cobrar en base a como teníamos que pagar…

En síntesis, hubo en el comienzo una etapa en la que otros tomaban decisiones que definían los tiempos de nuestra empresa, y luego a esa etapa le siguió , o le debe seguir otra , en la que su comercio tiene la ineludible oportunidad de “elegir” , para bien de su organización y de su rentabilidad .

Alejandro Bogado

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