Soy consciente de que mucho lo hemos aprendido de generaciones pasadas, se también que pocos han arrojado luz sobre cómo ser verdaderos líderes de nuestros equipos de trabajos o de cómo ser, simplemente y humanamente, jefes que verdaderamente sean facilitadores en una pirámide invertida que nos ubica en un lugar al que accedimos más con coraje que con sabiduría …No obstante me permito acercar algún pensamiento sobre una práctica que, definitivamente, debemos desterrar, sin vueltas estoy hablando de esas espasmódicas reuniones donde pareciera que el objetivo es buscar culpables y no soluciones, hablo de los famosos “careos”…La primer cosa en que pienso es, si necesito un “careo” para saber que paso, a donde estaba yo??? Otro punto nefasto es que claramente doy un mensaje de que no confió en ninguno de los empleados que confronto (ni que hablar si uno tiene un cargo más importante que el otro). Y cuando analizo más la acción, me pregunto ¿estoy invitando a que confronten mis empleados?¿No será que de alguna manera que, ante mi impericia por conducir y controlar, prefiero el “dividir para reinar”???Nunca pierdo de vista que hasta aquí hemos llegado con más aciertos que con errores, que no debemos renegar sobre lo que no hicimos, más vale poner empeño en mejorar lo logrado. Y tenga la seguridad que las mejores empresas son las que tienen los mejores equipos, y los mejores equipos no están enfrentados, es más, sus jefes promueven el buen trato, el buen clima. Confían en ellos y fundamentalmente, cuando hay un problema, buscan una solución, no un culpable.Alejandro Bogado