Hace unos años que se venía vendiendo con cierta facilidad, sin entrar en detalles económicos, podría afirmar que había una demanda sostenida que ya no está.Repensando lo escrito, también podría decir que más que vender, simplemente atendíamos esa demanda, es decir, no vendíamos, más bien “nos compraban”.Lamentablemente para muchos, esa realidad cambio, y con ella vino el tiempo de trabajar o de quedar lamentándonos.En tal sentido, pienso que los trabajos que hacemos por la venta son como músculos, que si no los ejercitamos con cierta continuidad se atrofian, pierden tonicidad.Sin embargo, una vez aclarada la necesidad de volver a la actitud proactiva en relación a todas las actividades relacionadas con la venta, sumadas a un profundo compromiso del equipo de trabajo, puedo volver a obtener buenos resultados, inclusive en tiempos no tan benévolos económicamente hablando, como ya nos ha tocado vivir.Por eso, como tantas otras veces nos toca elegir, si nos dejamos ganar por el desaliento o ponemos todo nuestro conocimiento y sentimiento a favor de trabajar por nuestra venta, siendo conscientes de que canalizar nuestras energías a través de la protesta será el combustible que permita a la competencia ser exitosa.Vuelva a juntarse con sus vendedores, hable de lo que pueden hacer, proponga, escuche, trabaje junto a ellos, y todos, llenen su comercio de propuestas no de protestas!!!Alejandro R. Bogado