La responsabilidad de mejorar la gestión de cobranza.Alguien o muchos podrían decir que somos “hijos del rigor” sin embargo, ante ese pensamiento, y conociendo lo difícil de cumplir con una agenda cargada de actividades, podría decir que no debemos poner toda la energía en arrepentirnos de lo que no hicimos, sino de poner esa energía en la mejora que demanda la coyuntura.En tal sentido, nadie puede estar ajeno por estos días, de la necesidad imperiosa de mejorar nuestra gestión de cobranzas.Para producir la mejora tan anhelada tenemos que repasar todas las etapas de un circuito que debería tener siempre una respuesta ante cada posible traba que no nos permita hacernos del pago establecido en tiempo y forma, todo debidamente parametrizado en tiempos, vitales en un período inflacionario como el actual.Claro que gran parte del problema, o de la solución, comienza por una apertura de cuenta donde las condiciones crediticias otorgadas sean debidamente revisadas, y que a esas condiciones le siga una buena gestión, y cuando hablo de una buena gestión, hablo de una gestión llevada a cabo con las herramientas necesarias para responder al objetivo establecido.Personalmente la experiencia me muestra que es aquí donde tenemos más dificultades, a veces no hacemos una gestión suficiente y otras nos quedamos sin instancia distintas a un simple reclamo telefónico. En otras palabras, acordes con la realidad que nos toca convivir, si administro 200 cuentas corrientes, es insuficiente hacer “algunas” llamadas diarias para reclamar pagos.Para finalizar, puedo agregar que el tema “cobranzas” es tan trascendental en la vida de la empresa, que termina teniendo injerencia hasta en la competitividad de la empresa, ya que:Para ser competitivos hay que comprar bienPara comprar bien hay que pagar bienY para pagar bien hay que cobrar bien Alejandro Bogado