LA MADUREZ COMERCIAL NECESARIA PARA PODER DECIR QUE NO.Si piensa que en los negocios necesitamos de aprobaciones, está en lo cierto. Fundamentalmente los clientes son quienes en definitiva terminan por decidir la aceptación o rechazo de nuestras propuestas.Sin embargo, en las negociaciones existen algunos NO que aparecen como signos de madurez comercial, si se encuentran en su justa medida y administrados profesionalmente. Si no fuera así, estaríamos en presencia de una negociación a medias, donde unas de las partes se allana ante cada pedido, sin medir conscientemente los costos de algún SI poco pensado.Por eso supongo que atrás de cada SI, resuelto de una manera liviana o poco elaborada, se encuentra la inseguridad del saber lo que va a ocurrir, ya sea por falta de capacidad, experiencia o de ambas. Falta de seguridad de saber, que si digo o propongo algo distinto a lo que me están pidiendo, la respuesta no va ser necesariamente la NO VENTA.Por lo general la experiencia demuestra lo contrario, posiblemente alguien que nunca dice que NO, puede ser alguien que no tiene en cuenta en la afirmación al resto de la organización involucrada en la respuesta o solución. O quizás puede ser que simplemente no tenga el sustento profesional, comercial y económico que le permita decir que NO.Entonces le pregunto ¿a Ud. no le generaría inseguridad alguien que responde que puede vender más barato sin analizar muchos sus costos? o aquel que promete una entrega para un día y horario preciso, sin consultar la disponibilidad a la logística de su empresa.En todos los casos piense que, si exige a la organización en el cumplimiento de un SI poco pensado, puede que deje sin posibilidad de utilizar los recursos involucrados a favor de un mejor negocio. Alejandro Bogadowww.bogadocapacitacion.com.ar