El reconocido estudio de diseño Phoenix Design ha colaborado con Hansgrohe en la creación de un nuevo lenguaje de diseño fluido y vital que culmina en la gama PuraVida de grifería y duchas. La emotividad sutil, la naturalidad suave y la claridad de Pura Vida convierten el cuarto de baño en un espacio para disfrutar con los cinco sentidos: “Los baños se perciben cada vez más como espacios para vivir y los diseños personales van a continuar imponiéndose”, afirma Tom Schönherr, que codirige junto a Andreas Haug el galardonado estudio Phoenix Design, que lleva más de veinte años colaborando con éxito con Hansgrohe. Más forma, más emoción. PuraVida introduce confort y calma para los sentidos en el mundo del baño. Nuestro objetivo era diseñar algo que podamos experimentar y entender con nuestros sentidos: diseño poético lleno de sentimiento y de alegría de vivir.”

Una nueva clase de lujo

Con una insólita combinación de acabados blancos y cromo, la gama PuraVida de Hansgrohe introduce en los baños el nuevo principio de acabado dual, con una elegancia y una claridad que representan un verdadero lujo. Las partes inferiores, de formas orgánicas en blanco puro, interaccionan con las partes cromadas de grandes proporciones. Gracias a una nueva técnica de fabricación, los dos acabados se integran a la perfección de forma fluida y son símbolo de precisión de alta calidad. Y no nos referimos solamente al mezclador monomando de lavabo PuraVida de una sola pieza.

El color blanco define toda la gama PuraVida como imagen de pureza, claridad y belleza. El blanco significa además independencia, honestidad y atrevimiento cuando se usa en diseños bien acabados, porque el blanco no admite imperfecciones sino que, por el contrario, exige la perfección de la forma. Así, el mezclador monomando, con su estructura de elegante silueta lacada en blanco, parece crecer de la cerámica blanca para convertirse en un producto nuevo, independiente. Se crea así la impresión de levedad flotante. La nueva y vital interacción libre de formas juega con el contraste entre superficies y volúmenes que fluyen entre suavidad y precisión. No hay cantos agresivos ni bordes abruptos sino las formas agradablemente redondeadas y reconfortantes irradian comodidad y seguridad. Invitan al observador a tocarlas. La salida de agua desaparece dentro del caño del grifo dando la impresión de que el agua aparece de la nada y fluye hacia el lavabo como un chorro laminar de calma y luz que se contagia de la apariencia de pureza de todo el conjunto. El ángulo de caída del chorro se puede adaptar fácilmente moviéndolo con el dedo según la forma del lavabo correspondiente.