Entrevista a Juan Carlos Trardovsky, titular de Sanitarios Ditrar.
Una mirada crítica sobre el mercado y los productos.
Aquel refrán que dice que todo tiempo pasado parece haber sido mejor, bien puede compadecerse con lo que Juan Carlos Trardovsky considera una suerte de verdad o comprobación empírica: muchos de los materiales que hoy se usan (y mal) en las instalaciones sanitarias dejan mucho que desear.
Aquel refrán que dice que todo tiempo pasado parece haber sido mejor, bien puede compadecerse con lo que Juan Carlos Trardovsky considera una suerte de verdad o comprobación empírica: muchos de los materiales que hoy se usan (y mal) en las instalaciones sanitarias dejan mucho que desear. La mirada de Juan Carlos (65) cobra valor tanto por el prestigio y reconocimiento que cuenta dentro del mercado, como por los años que lleva en éste, casi 50. “Mire -pasa a detallar- yo me canso de ver edificios recién construidos con materiales mal colocados, o cuando no, de segunda calidad”. Para el responsable de Sanitarios y Distribuidora Ditrar Srl., la actitud de muchas empresas constructoras en reducir costos lleva a contratar mano de obra barata, “inexpertas, que no saben nada, después vienen los problemas”. Al respecto pone como ejemplo que en no pocos edificios surgen las contingencias una vez que la gente los comienza a habitar. “Acá viene la gente quejándose; cuando no son los caños que revientan, es el agua de los balcones que se les mete en el living”, explica a modo de ejemplo, el titular de Ditrar, en referencia a un barrio como el de Villa Urquiza-en plena Capital Federal-, donde la explosión inmobiliaria habilitó decenas de nuevas torres. De acuerdo con lo relatado ante las cámaras de Comerciosanitario.com, la utilización de materiales de PVC o los termofusionados, sumados a una mano de obra no siempre calificada, derivan en lo que él considera una seria merma en cuanto a calidad de construcción. No por casualidad, Juan Carlos arriesga a decir que “plomeros eran los de antes”. Bajo esta estricta mirada cimentada en sus años de experiencia y minucioso conocimiento del negocio sanitarista, Juan Carlos Trardovsky confiesa que “siempre hay que vender productos de primera calidad, de marca, no hay que entrar a comprar cosas de segunda o de dudosa procedencia”.
La historia de Ditrar se remonta a los mediados de los años 70. Por aquel entonces, junto a su socio (el cuñado, fallecido en el
2004) comienzan las actividades en el mismo local que aún hoy conserva. Como es lógico imaginar, debieron pasar por innumerables contingencias, sin que esto significara no ser legítimos merecedores de aquellos placeres que otorgan los éxitos comerciales. De una estructura de más de 12 empleados, móviles propios y depósitos también propios, al igual que el local, hoy Ditrar se reestructuró como una verdadera empresa familiar. Marcelo y María son los hijos de Juan Carlos, quienes cubren y garantizan actualmente la continuidad de la empresa.
Los beneficios y las poquísimas “desventajas” que genera el hecho de trabajar bajo esta impronta, al igual que los recursos de venta y el mantenimiento de clientes durante tantos años, la capacitación, las ventas por Internet, la relación con proveedores
y clientes y con los colegas fueron temas abordados durante la charla.