Entrevista a Gustavo Cerdá, titular de Distribuidora Cerdá.

Sanitario- Ferretería: dos sectores que es frecuente verlos compartiendo el mismo mostrador.

Bajo esta impronta, no pocas ferreterías -así lo pudimos observar a lo largo de todas la entregas e informes periodísticas de Comerciosanitario.com-, desde hace muchos años atienden requerimientos de plomeros y gasistas. En menor medida, también los negocios sanitaristas cubren necesidades ligadas al mundo ferretero.

16/02/2011 - 06:00Colegas

Algunos analistas coinciden que las últimas décadas la actividad sanitarista se ha visto modificada, diversificada, o para ser más preciso, ampliada. Y lo mismo ha sucedido en el gremio ferretero. En definitiva dos sectores que hoy es frecuente verlos compartiendo el mismo mostrador. Bajo esta impronta, no pocas ferreterías -así lo pudimos observar a lo largo de todas la entregas e informes periodísticas de Comerciosanitario.com-, desde hace muchos años atienden requerimientos de plomeros y gasistas. En menor medida, también los negocios sanitaristas cubren necesidades ligadas al mundo ferretero.

Detrás de estas alquimias comerciales, lógicamente subyacen proveedores y distribuidores. Descubrir ese mundo ferretero que atraviesa al comercio sanitario fue el objetivo de esta nueva entrega informativa. Gustavo Cerdá (50) al frente de la Distribuidora Cerdá, con casi 60 años de vigencia en el mercado nos introduce en un segmento comercial interesante y muy dinámico. Una actividad que tiene características muy particulares, que a diferencia de otros rubros, requiere de un sistema de ventas muy personalizado, al igual que la logística. Gustavo conoce el mercado desde siempre. Si bien su padre fallece cuando él tenía 18 años y esto lleva a que se instale más formalmente en la actividad, desde antes ya se tuteaba con los cientos de ítems que tienen los ferreteros. “Este es un negocios que tiene otro tipo de rentabilidad y utilidad y exige una atención distinta a otros rubros” detalla ante la consulta periodística. Si bien los productos sanitaristas son muchísimos y de los más variados, todos coinciden en que los ferreteros se llevarían el primer puesto en cantidad, se cuentan de a miles. Bastaría ver el imponente depósito de la calle Avellaneda 3473, de Olivos, 4799-7354 para comprobar que la apreciación no es casual.

“Acá no podés dejar de atender de manera personalizada -explica Gustavo, todavía la mayoría de los ferreteros no utiliza, por ejemplo, Internet”. De acuerdo con lo que se desprende de su relato, detrás de los mostradores hay una camada que por cuestiones generacionales y comerciales, no utiliza ese canal comercial. “Y eso de algún modo nos condicionas” aclara Cerdá, para agregar que sin embargo “esto no implica que nosotros no tengamos y utilicemos estas herramientas”. La particularidad del rubro es que las ventas y las entregas son casi diarias. “Imaginate que el ferretero no siempre trabaja con un stock abundante, sus ventas son distintas a la de otros comercios” explica. A tal efecto, 4 vehículos propios están todos los días recorriendo y entregando mercadería. La experiencia dice que el que va a una ferretería necesita “el pituto ya y ahora”; no es como en una casa de sanitarios donde el plomero, instalador o empresa constructora, hace su pedido y programa la entrega. Esta cuestión, en sí misma, requiere un armado comercial -nos referimos a la distribuidora ferretera- muy distinto al que nos tiene acostumbrado el mercado sanitarista. En medio de una amena charla, donde su pasión deportiva (el rugby) no queda de lado, Gustavo Cerdá no deja pasar la oportunidad para mencionar que también atiende a muchos comercios de sanitarios.

Detrás de la distribuidora se mueve una verdadera PYME familiar: su mujer , Diego, Andrés, Gabriela Cerdá (hermana), hacen posible el diario funcionamiento. El hecho de compartir trabajo y cuestiones familiares, potencia la actividad sin que esto signifique llevar el trabajo a casa. Ver la entrevista seguramente llevará a más de uno, a analizar experiencias y vivencias comerciales que podrían ser imitadas.

Informe: Miguel “Tano” Armaleo

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