Apocalíptico e integrado, además de espacio, esta brillante idea de la diseñadora australiana Coco Reynolds ahorra agua y energía.
El mini spa que necesita el habitante de cualquier microvivienda.
La sofisticada bañera Ladybird es, a la vez, un lavatorio - tocador y una bañera de diseño. Se comercializa en tres colores: rojo, negro y blanco y es una de esas piezas versátiles que nos hacen el día a día un poquito más placentero.
Apocalíptico e integrado.
Porque en los apartamentos minúsculos, el baño suele ser la habitación que se lleva la peor parte del reparto espacial, la sofisticada bañera Ladybird es, a la vez, un lavatorio - tocador y una bañera de diseño. Se comercializa en tres colores: rojo, negro y blanco y es una de esas piezas versátiles que nos hacen el día a día un poquito más placentero.
La cubierta superior se puede retirar con mucha facilidad dando paso a una bañera redondeada y compacta.
Además de espacio, esta brillante idea de la diseñadora australiana Coco Reynolds ahorra agua y energía, porque está pensada para bañarse sentado en lugar de casi tumbado como en la mayoría de las bañeras. De esta manera no sólo necesita menos agua para llenarse, además ésta se mantiene caliente más tiempo.
Es el mini spa que necesita el habitante de cualquier microvivienda, aunque quizás no sea demasiado cómodo para personas altas o fans de los baños en pareja.
Ladybird deja claro que la falta de espacio incentiva la búsqueda de soluciones funcionales, pero también que nadie quiere tener que renunciar al diseño para atender a sus necesidades.