No caben dudas de que el agua es vital. Nuestra vida y salud dependen del agua.
Agua buena, salud buena.
No caben dudas de que el agua es vital. Nuestra vida y salud dependen del agua. Por eso, agua buena, salud buena. Agua mala, salud mala, podría agregarse. El consumo de un agua de buena calidad es fundamental para mantener la buena salud.
El agua es un líquido vital para los seres vivos. De hecho, más de cuatro quintas partes de la sangre es agua. Sus cualidades la hacen inigualable, como por ejemplo, que más sustancias se disuelven en agua que en cualquier otro líquido, sirve como medio para reacciones químicas complejas dentro de las células, y hace posible el control de la temperatura del cuerpo.
No caben dudas de que el agua es vital. Nuestra vida y salud dependen del agua. Por eso, agua buena, salud buena. Agua mala, salud mala, podría agregarse. El consumo de un agua de buena calidad es fundamental para mantener la buena salud. Infelizmente, los problemas de mala calidad del agua son cada vez más comunes.
Según la revista World Watch, en países en vías de desarrollo el 80% de las enfermedades se contraen por consumir agua contaminada. La contaminación y los agente s patógenos transmitidos por el agua causan 25 millones de muertes anuales. Enfermedades como diarreas, cólera y fiebre tifoidea matan la mayor parte de sus víctimas en los trópicos.
“Nuestra vida y salud depende del agua”
Pero no hay que pensar en países pobres o en vías de desarrollo, pues este es un problema que afecta incluso a las naciones ricas. La contaminación está en todos lados. En 1993, 400.000 personas de la ciudad estadounidense de Milwaukee (Wisconsin) enfermaron por beber agua de la canilla con un microbio resistente al cloro. Ese mismo año, otros microbios peligrosos se infiltraron en la red de distribución de agua de otras ciudades de Estados Unidos, como Washington y Nueva York, obligando a los habitantes a hervir el agua de la canilla.
Tampoco es un problema exclusivo de las grandes ciudades. Pruebas indican que en algunas pequeñas ciudades de Estados Unidos, cantidades de varios compuestos químicos están logrando pasar hasta las canillas. Sabido es que unos cuantos de estos compuestos causan cáncer. ¡Se dice que varios de ellos son compuestos del mismo cloro que se añade al agua para hacerla inocua!
El problema del cloro
Si bien se agrega cloro al agua para exterminar los agentes patógenos, esta sustancia resulta dañina para la salud. Algunos médicos han presentado evidencia de que posiblemente el cloro ayude a iniciar la acumulación del colesterol en los vasos sanguíneos que causa ataques cardiacos.
El doctor Joseph M. Price afirma en el libro “Coronaries/Cholesterol/Chlorine” que “una de las mayores paradojas registradas en la historia” es el hecho de que una disposición de la higiene pública responsable de salvar tantas vidas “también sea responsable insospechadamente de muchos desórdenes crónicos más tarde en la vida”.
Es por esto que ciudades en Europa, Rusia, Canadá y Japón prefieren otros métodos de desinfectar su agua. Por ejemplo, hace más de seis décadas que la ciudad francesa de Niza usa ozono en vez de cloro. El ozono es una forma inestable del oxígeno que unido al agua reacciona en un frenesí químico, oxidando rápidamente las impurezas sin dejar un residuo de ozono.