Tigre conserva una postura ética y responsable para conducir sus negocios, de tal forma que contribuya con el desarrollo socioeconómico del país, optimizar el uso de recursos naturales y los impactos acerca del medio ambiente y al mismo tiempo crear valor para el accionista. Tigre de forma pionera introdujo el plástico en la construcción civil brasileña, un avance de proporciones incalculables que trajo una serie de beneficios para la sociedad. En los años 50 se implantó un almacén propio para dar asistencia a la familia del empleado, tanto en el área de salud, así como en el abastecimiento de mantenimiento para el hogar. En los años se implantó y realizó cursos de capacitación para los empleados, socios y profesionales del sector, ofreciendo cursos y oportunidades de crecimiento. Además de eso, fue la primera empresa en asociarse con la escuela SENAI y otras instituciones para capacitar mano de obra calificada. Si las décadas anteriores fueron marcadas por grandes realizaciones, el comienzo de los años 2000 no podría ser diferente. En 2002, Tigre tuvo su primera fábrica certificada por la Norma ISO 14001 – Sistema de Gestión Ambiental, y en octubre del mismo año, fundó el Instituto Carlos Roberto Hansen - ICRH, dando inicio a una nueva etapa de envolvimiento social y comunitario del Grupo Tigre.