Este edificio de estilo neoclásico fue un emblema de la aristocracia porteña desde su inauguración en la década del 20.
Restauración de un edificio emblema de la Recoleta.
Recientemente se terminaron las obras de restauración del frente de un edificio de propiedad horizontal en la esquina de Parera y Quintana, en el epicentro del elegante barrio de la Recoleta.
Recientemente se terminaron las obras de restauración del frente de un edificio de propiedad horizontal en la esquina de Parera y Quintana, en el epicentro del elegante barrio de la Recoleta. Este edificio de estilo neoclásico fue un emblema de la aristocracia porteña desde su inauguración en la década del 20. Las obras de restauración incorporaron nuevamente símil piedra París, con la textura y el color del revestimiento original. Hoy el edificio luce con el mismo esplendor de la Belle Époque porteña, gracias al compromiso del consorcio, a lo que se sumó el trabajo conjunto entre la Arq. Miriam Basile –titular de la empresa Mantenimientos Integrales Errebe- y la firma Tarquini con el aporte de sus productos para la conservación del patrimonio edilicio.Una importante obra de restauración de fachadas, de 1.300 m2 de superficie, permitió que el aristocrático edificio de viviendas en la esquina de Parera y Quintana luzca como en su estado original de la década de 1920. Presentaba un estado irregular de mantenimiento y conservación -especialmente en las cornisas y ornamentos- así como en sus colores y materiales, por las intervenciones realizadas a lo largo de estas décadas. El desafío planteado consistía en volver al emblemático edificio a su estado original, revestido de símil piedra París. También debía asimilarse al resto de la fachada una nueva construcción en el sexto piso, integrándola al conjunto. Las obras de restauración propuestas para este inmueble, incluido en el Catálogo Preventivo de Inmuebles Singulares de la Ciudad de Buenos Aires con Nivel de Protección “Estructural”, fueron aprobadas por el Área Técnica competente de esta Dirección General. Debía asegurarse la reparación de los revoques con un mortero de similares características en cuanto a color y textura que el original, sin afectaría los valores patrimoniales. Este edificio de los años 20’ es una de las primeras construcciones del barrio, ya que la mayoría data de los años 30’ y 40’, y se destacó en su momento por su porte frente a las casonas y la tipología de petit hotel, siendo hoy uno de los más bajos. Por otro lado, este edificio guardaba un importante valor para los vecinos del barrio, ya que fue reducto de encuentro de la aristocracia porteña durante varias décadas. Hasta los años 50, su sótano albergó un club privado con piscina de natación, conocida como “La pileta de Grau”, muy frecuentada por la juventud de la alta sociedad. En el mismo predio funcionaron más tarde las discotecas Regine’s -sucursal porteña de su homónima parisiense- y Le Club.Las obras de restauración de las superficies terminaron en enero de este año luego de seis meses de trabajo y estuvieron dirigidas por la Arq. Miriam Basile, directora de la empresa Mantenimientos Integrales Errebe, quien explica: “Las principales patologías de este edificio consistían en un estado de deterioro a causa de falta de mantenimiento, una inadecuada aplicación de revestimientos en el basamento, filtraciones, verdín, moho y hollín, especialmente notable en las cornisas y ornamentos. Además, por desconocimiento de técnicas de restauración patrimonial, se habían tomado algunas decisiones desacertadas, como el hidrolavado de la fachada que erosionó el revestimiento original símil piedra París, y se había perdido el color inicial, remplazado por un tono rosado”.La Arq. Basile continúa: “Para llevar la fachada a su estado original de los años 20’ había que lograr una buena aislación hidrófuga de la cornisa sin que perdiera su valor y a la vez reconstituir todo el ornamento interior, perdido por completo en algunos sectores. Consideramos que la solución adecuada para su restitución era el producto Símil Piedra París Restauro de Tarquini –que reproduce el original en color y textura en virtud de la utilización de ligantes hidráulicos, minerales molidos y mica según la dosificación de origen-. Para la integración visual de la fachada con el nuevo volumen del sexto piso, Tarquini adaptó su producto Veladura a las necesidades específicas de esta obra. Este producto tiene una composición semejante al Símil Piedra Paris Restauro, pero con minerales de granulonometría mucho menor, permitiendo contar con un material más maleable para utilizar en las zonas curvas y los detalles –como ornatos, balaustres y cornisas-. Para recuperar el tono inicial perdido se realizaron cateos en diversos sectores de la fachada y se llegó a un tono parecido al “Natural” del catálogo de Tarquini, en la paleta de los neutros. Por último, se protegió toda la fachada frente al agua de lluvia con hidrofugante siliconado Targosil S de Tarquini”.“Nuestro concepto de restauración, que cuenta con el registro de restauro en la Cámara de Empresarios Pintores y Restauraciones Afines de la República Argentina –CEPRARA-, consiste en no producir nada en el taller, sino que se reproducen los ornamentos directamente en la obra, es decir in situ, con estructuras y anclaje en obra, para lo cual Tarquini cuenta productos auxiliares” concluye la Arq. Basile. La Ing. Claudia Arce, experta en restauro de la empresa Tarquini, agrega: “Estas obras son de gran significación para la firma Tarquini por lo emblemático desde el punto de vista arquitectónico y patrimonial, así como también desde lo social, por ser el lugar de residencia de personalidades destacadas. Vale mencionar el compromiso que asumió este consorcio de propietarios frente a su responsabilidad social por mantener la imagen y la identidad que tiene el barrio como conjunto. Las obras patrimoniales en manos de privados tienen para nosotros un especial desafío ya que la suma de estos buenos ejemplos de intervención permitiría renovar nuestra ciudad, sin perder el carácter histórico de este tipo de construcciones. Es importante concientizar que los frentes de estos edificios no deben ser recubiertos con pintura y que tiene que elegirse a conciencia la técnica de limpieza para evitar deterioros irreversibles. Se debe trabajar con conocimiento, acudiendo a materiales que reproduzcan a los originales, como el Símil Piedra París Restauro y Veladura de Tarquini, que además de ahorrar tiempos de ejecución, requieren un mantenimiento mucho menos frecuente que la pintura. En el caso de esta zona de Barrio Norte, la suma de restauraciones permitiría recuperar a su máximo esplendor un reducto de arquitectura neoclásica francesa, célebre y reconocida como punto turístico de la Ciudad”.