Los constructores, arquitectos e inmobiliarios piensan que el sector retomará una senda positiva. De hecho, ya se anuncian nuevos lanzamientos diseñados para que se comiencen a construir en el último trimestre de 2015 para inaugurarse para 2017.

La construcción se prepara y apuesta al futuro.

Hay iniciativas buenas para generar varios emprendimientos de escala importante, y en especial, para lanzarse al mercado en el último trimestre del año, con el principal objetivo de posicionarse para el futuro y con la intención de inaugurase para 2017, que es según, para muchos economistas, cuando varios cuadros del segmento estén encarrilados de otra manera y, sobre todo, la gente, tenga más posibilidades de acceso a la vivienda.

24/06/2015 - 06:00Productos

Los constructores, arquitectos e inmobiliarios piensan que el sector retomará una senda positiva. De hecho, ya se anuncian nuevos lanzamientos diseñados para que se comiencen a construir en el último trimestre de 2015 para inaugurarse para 2017.Hay iniciativas buenas para generar varios emprendimientos de escala importante, y en especial, para lanzarse al mercado en el último trimestre del año, con el principal objetivo de posicionarse para el futuro y con la intención de inaugurase para 2017, que es según, para muchos economistas, cuando varios cuadros del segmento estén encarrilados de otra manera y, sobre todo, la gente, tenga más posibilidades de acceso a la vivienda. La arquitecta Graciana Calcavecchia, gerenta comercial de CRIBA, explicó, “evidentemente existe una gran expectativa en el año de elecciones, pero como siempre pasa en la construcción, los procesos son lentos. Esperamos una renovación de las fuentes de inversión, que estarán expectantes a las políticas económicas y de seguridad jurídica que se planteen sobre todo en los primeros meses. CRIBA tiene una capacidad instalada de producción que desde hace varios años le permite sostener la actividad a un ritmo parejo gracias a su buen posicionamiento, pese a las condiciones del mercado. Por lo tanto, las expectativas son de crecimiento de cara al futuro, con obras emblemáticas, complejas y desafiantes a la vez, basadas en tecnología de punta y un profundo respeto por el medio ambiente.” Federico Weil, CEO de TGLT, coincide, de hecho, sostuvo que lo mejor “está por venir. Como desarrollador estamos preparados y somos optimistas. Hay muchas consultas y tenemos varias obras en marcha para estrenarse entre 2016 y 2017. De hecho encontramos una gran respuesta de la gente que seguramente ni bien se muestren señales más concretas de lo económico, seguro que destinarán sus ahorros o sus dólares guardados al sector, y esto seguramente irá en sintonía con más lanzamientos de nuestra empresa y de otras que operan en la actividad”.En esta línea también coincide Armando Pepe, de Armando Pepe Propiedades, “mucha gente tiene la plata en el famoso colchón y no se animó a volcarla al ladrillo porque no hay confianza y por la distorsión de los precios que existen en el mercado. Pero seguramente, cuando se acerque fin de año, y ya con el resultado de las elecciones confirmado, habrá una descompresión que facilitará para que se invierta en el sector.”Daniel Mintzer, de G&D, comentó que es “una pena que no se hayan aprovechado más los cedines, para el blanqueo de capitales, por otro lado hay que aprovechar el momento. De hecho la construcción permite comprar los materiales en pesos, construir en pesos y vender en pesos, es un tema de confianza, y la gente necesita tener ordenada su vida y los planteos. Considero que ni bien se estabilice lo macro, habrá mayores ventas y obviamente esto generará mayor dinamismo en el sector”Por su parte, Moisés Altman, de Altman Construcciones, trazó un paralelismo con otras épocas: “antes no existían los desarrolladores, sino inversores que encargaban la construcción de un edificio aportando el capital y contrataban un arquitecto para que haga el proyecto y realice la dirección de obra, una empresa o gremio y ponían en venta los departamentos, algunos desde el principio, otros a mitad o al final de obra, pero siempre los inversores tomaban el riesgo del negocio. En ese momento había una preocupación real, que los departamentos fueran buenos, en calidad y dimensiones. En los últimos años, el negocio se toma solamente como una forma de hacer dinero, invirtiendo lo menos posible.” “Así se armó todo un negocio de desarrolladores que enganchaban un terreno y vendían unidades en pozo, haciendo los fideicomisos con la gente interesada, y ellos cobraban un porcentaje sobre el terreno. Luego quedaba la construcción a cargo de un fiduciario. Entonces la calidad y la habitabilidad de las unidades quedaron relegadas a segundo plano. Al inversor en general, al contrario del usuario final, lo único que le preocupa son los costos bajos y la menor inversión posible. Pero, para el futuro, creemos que habrá buenas propuestas y que los inversores que levantan edificios volverán a edificar para tentar a una demanda más exigente y selectiva”, amplió.Qué opcionesPor lo sondeado ante la demanda, que tipos de proyectos son los que se acercan, los residenciales, comerciales, industriales, mixtos, por ejemplo. Al respecto, Calcavecchia, comentó: “En los últimos tiempos hemos visto un crecimiento de los proyectos institucionales, sedes corporativas de algunas compañías. En estos momentos CRIBA tiene una cartera muy variada de obras comerciales, viviendas agrupadas y en altura, industriales y oficinas, entre otras. No obstante, el déficit de viviendas en algún momento se tendrá que abordar, no sólo desde el ámbito público, sino también posibilitando, con créditos, el desarrollo privado para un público intermedio de la población.”En tanto que Mintzer, dijo que “es cierto que hoy existen varios problemas, pero seguramente el futuro es promisorio. Y los departamentos de dos y tres ambientes serán los más demandados para los próximos tres años. También los complejos mixtos, en donde la gente quiere tener todo cerca de la casa, en especial, los servicios y los comercios. Ya no se conforman con lo que sería la llave en mano, sino quieren todo el paquete armado y tener todo resuelto cerca de donde residen”.Finalmente, Ariel Wasserman, que junto con Roberto Baylac quienes integran la desarrolladora WB Group, manifestó que “hoy muchos desarrolladores e inversores se posicionaron en tierra. Han comprado terrenos o casas para demoler en la Capital y en algunos puntos del conurbano, para estar preparados, y cuando se logre retomar la curva de crecimiento, las perspectivas serán otras, y el ladrillo tendrá gran recepción de los inversores y la demanda.”Al cierre de esta edición hubo un reporte favorable y alcista en el número de escrituras confeccionadas tanto en la Capital como en la provincia bonaerense por los colegios de escribanos de ambos distritos. Factores que apoyan que el efecto de cambio es alentador para el sector y para que la gente tenga puentes necesarios para llegar la vivienda propia.

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