Arquitectura corporativa en el Ciclo de Mesas Redondas SCA- Hunter Douglas
Arquitectura corporativa en el Ciclo de Mesas Redondas
“Arquitectura corporativa” fue la temática de la IV edición del “Ciclo de Mesas Redondas SCA - Hunter Douglas”, que se llevó a cabo en la Sociedad Central de Arquitectos. El objetivo fue debatir entre representantes de todos los sectores de la cadena de valor de esta temática en auge.
Arquitectura corporativa en el Ciclo de Mesas Redondas SCA- Hunter Douglas“Arquitectura corporativa” fue la temática de la IV edición del “Ciclo de Mesas Redondas SCA - Hunter Douglas”, que se llevó a cabo en la Sociedad Central de Arquitectos. El objetivo fue debatir entre representantes de todos los sectores de la cadena de valor de esta temática en auge. El cuarto encuentro del ciclo de mesas redondas organizado por la Sociedad Central de Arquitectos y la empresa Hunter Douglas, con la temática de “Arquitectura corporativa”, permitió generar un valioso espacio para responder interrogantes claves acerca de la realidad actual y las últimas tendencias en espacios de trabajo. El debate contó con autoridades del Distrito Tecnológico Parque Patricios del Gobierno de la Ciudad, a través de la participación de Florencia Cabre y la óptica de los desarrolladores inmobiliariosde arquitectura corporativa, representada por la Arq. Mariana Tambussi -CBRE-, así como Fernando Martínez y Mercedes Balmaceda -Gerenciadora JLL-. En nombre de los comitentes, participaron el Ingeniero Civil Alvaro Feuerman -Facility Manager de Grupo La Nación- y el Arq. Elio Canda -Responsable de Proyectos America del Sur - Inmuebles Corporativos en BBVA-. También estuvieron presentes los principales estudios de arquitectura y empresas del mercado, a través de los arquitectos Gustavo Vago y Andrea López -Urgell/Penedo/Urgell-, Santiago Falcone -Neumann Kohn-, Daniel Stinch - Kraftwelt-, Santiago Diez -Contract-, Cecilia Curcio -Estudio Rosellini-, Brigida Squassi -POINT-, Jorge Aslan -Aslan y Ezcurra- y Ani Rubinat -Rubinat Arquitectura-. Asimismo participó la periodista especializada en la temática Graciela Lira. Por parte de los organizadores, estuvo el Arq. Eduardo Bekinschtein -presidente de la Sociedad Central de Arquitectos- y la Arq. Alicia Baena, mientras que en nombre de Hunter Douglas participóla Arq. Maria Lambach -Gerente de Proyectos-. El debate fue coordinado por el Arq. Hernán Barbero.El Arq. Eduardo Bekinschtein abrió la mesa redonda: “Es muy oportuno este debate en la SCA, en momentos donde vemos el crecimiento del rol del arquitecto en temas de arquitectura corporativa, gerenciamiento y desarrollo urbano”. El Ing. Civil Alvaro Feuerman, Facility Manager de Grupo La Nación, agregó: “Creo que la gestión de la complejidad es fundamental en tareas tan desafiantes como son los proyectos y las mudanzas corporativas, que abarcan no solo el diseño de un nuevo espacio sino cambios de procesos, estructuras y cultura empresarial, dentro de plazos y costos muy estrictos“. El Arq. Daniel Stinchi coincidió: ”Considero que lo que más prestigia a la arquitectura es una operación básica que implica escuchar más al cliente y asegurar tres puntos: tiempos, calidades y costos“. La Arq. Cecilia Curcio, del Estudio Rosellini, agrega: ”Influir para mejorar es clave. Cuando la gestión de una mudanza empieza por la arquitectura, es posible que genere un cambio cultural. Surgen muchos estereotipos, como es el de las oficinas de Google, pero es muy importante que cada cultura se vea reflejada en sus oficinas“.¿Cuáles son las nuevas tendencias? A partir de la pregunta sobre las tendencias Internacionales en las formas de trabajar y las nuevas configuraciones espaciales, desde un rol humanista, el Arq. Elio Canda –BBVA- responde: ”Las corporaciones como BBVA hoy buscan generar ámbitos que se adapten a las nuevas formas de trabajar, ya que antes cada empleado jerárquico tenía su despacho y hoy se cree que el mayor rendimiento se genera en ámbitos adecuados para el trabajo en equipo“. La Arq. Ani Rubinat destaca varias tendencias:”Las empresas están tomando un mayor compromiso hacia los usuarios, considerando cada vez más tanto el desarrollo profesional como personal, y eso impacta en la forma de trabajo. Se considera a cada colaborador como un socio estratégico, y la línea de horizontalidad en las empresas está más acentuada, por lo cual se busca darles un ámbito de trabajo muy similar. Otra tendencia que viene del exterior es recrear el ámbito de trabajo de forma más hogareña, con el concepto de living office. Se crean lugares recreativos donde se combina el trabajo con la distensión y el entretenimiento, ya que hay una fuerte preocupación por mejorar el clima de trabajo y la salud de cada integrante. Además la tecnología está teniendo un altísimo impacto y permite que se trabaje en cualquier lugar y momento, sin tener escritorios asignados, lo que brinda mucha flexibilidad. La comunicación se cruza en varios niveles: desde el aprendizaje, la socialización, entender que hay momentos donde se requiere encuentro y otros que son de gran concentración individual“. La Arq. Andrea López del estudio Urgell/Penedo/Urgell agrega: “Buscamos hacer un edificio que tenga flexibilidad, morfológica y conceptual, con interiores adaptables a cualquier configuración de oficinas, plantas muy amplias para áreas que no están previamente asignadas”.¿Quién es el cliente de la arquitectura corporativa?El Arq. Jorge Aslan, titular de Aslan y Ezcurra, responde: “Es necesario tener más precisión en lo que refiere al cliente. Muchas veces en el proceso van cambiando los interlocutores, y por ende los objetivos. El rol del arquitecto ha cambiado, porque enfrenta cada vez más el desafío de decodificar cuál es el negocio de cada empresa para saber qué tipo de edificio necesita.” El Arq. Santiago Diez completa: ”El cliente no es el interlocutor al que le asignaron la encomienda de ocuparse de la mudanza, es el usuario final de la oficina. El éxito se mide en que el espacio sea efectivo en la productividad y en la habitabilidad, para hacer sentir más cómodos y mejor relacionados a los usuarios, así como para captar y retener talento. Cada vez se dedica más tiempo a la investigación, encuestas anónimas, entrevistas, como herramientas que dan un panorama real de lo que el usuario final requiere. Todas las empresas son distintas“. ¿A quién escucha el arquitecto, se pregunta el Arq. Santiago Falcone -Neumann Kohn-, al usuario final o al directivo?: “En el 90% de los casos la empresa quiere una cosa y el usuario final o el encargado de RRHH otra. El gran problema que existe hoy es que el espacio físico está dejando de existir como elemento preponderante para que la gente trabaje, ya que las nuevas generaciones están cada vez más despegadas y tienen la cabeza en el espacio virtual. Las oficinas tienen cada vez más usos mixtos”. ¿Cuáles son las claves para el éxito de la arquitectura corporativa?La Arq. Mercedes Balmaceda de la gerenciadora JLL responde: “Nuestro rol es entender que no hay un contrapunto sino una alimentación entre un punto de vista y el otro. Creo que es fundamental conocer la historia de la empresa, su cultura, no hay una receta única. Ayudar al interlocutor a entender cuáles son las necesidades de su proyecto, como inversión a futuro. Parte de nuestro trabajo es transmitir que el presupuesto del proyecto no es lo que ellos ven en un excel hoy sino que hay gran cantidad de variables y factores a considerar para que el proyecto sea eficiente y exitoso”. Agrega la Arq. Mariana Tambussi, de CBRE: ”No importa si nuestro rol es de cliente, arquitecto, facility manager, la metodología es la misma. Es necesario preguntar, escuchar, entender, y tomar una decisión de manera conjunta. Todo es importante: ingeniería, arquitectura, finanzas, etc., y de este multitask es que se tomará una decisión. El éxito del proyecto es cuando se cumple el proceso completo: qué preguntamos, qué escuchamos, cuál es el resultado, y qué elegimos“. Arquitectura corporativa y estrategias urbanas en Buenos AiresFlorencia Cabre, representante del Distrito Tecnológico de Parque Patricios, explicó la estrategia urbana en este polo de oficinas que crece sostenidamente: ”El Distrito se crea en 2009, pensado para empresas de tecnología e innovación que requieren mudarse buscando más m2, con menos costos en impuestos. Se fue creando como un ecosistema de servicios y trasporte alrededor de todas las empresas que se instalaron, acompañando su crecimiento. Por ello hoy hay desarrolladores que están planeando su tercer o cuarto emprendimiento, tenemos 172 empresas mudadas, además 30 en proyectos en obra o presentando documentación y para 2020 se proyectan más de 400 empresas. Hay características que se repiten en las oficinas tecnológicas, como espacios recreativos, SUM, generosos comedores y otros ambientes comunes. Hoy el DT no es solo una oportunidad para empresas que se benefician con reducción de impuestos en ingresos brutos y ABL, sino que también lo es para arquitectos y desarrolladores.”Sustentabilidad, urbanismo y el factor tiempoLa Arq. Brígida Squassi, del estudio POINT especializado en arquitectura sustentable, responde: “Es importante detectar donde comienza el punto 0 de nuestra visión. Si bien hay muchas maneras de ejercerlo, a veces el punto 0 surge con recomendaciones de políticas de Estado que mejoren los códigos de planeamiento urbano y favorezcan la instalación de polos que mejoren la calidad de vida en el trabajo. El punto 0 de la sustentabilidad comienza antes que el proyecto, ya que en oportunidades estos criterios suben el costo inicial pero en el costo de mantenimiento se amortizan notablemente. Por ejemplo, los sistemas de protección solar como los que ofrece HunterDouglas en un clima como el de Buenos Aires ayudan sensiblemente a bajar el costo energético en aire acondicionado”. La Arq. Maria Lambach de Hunter Douglas resume: “Hemos visto una evolución de 15 años para aquí donde se ha ido perdiendo la oficina sectorizada por categorías ejecutivas tanto como la baja eficiencia desde el aspecto energético. Las empresas ahora piensan más en el bienestar de sus empleados, que incluye una visión sustentable amplia, abarcando cuestiones acústicas, de confort y eficiencia térmica, de control solar e incorporando elementos con una gran riqueza de diseño”. El Arq. Fernando Martinez de la gerenciadora JLL brinda otra visión de la temática: “Nos ha pasado en empresas multinacionales que el usuario final a través del departamento de recursos humanos sabe bien lo que quiere y está alineado a la casa matriz, pero muchas veces el problema es el mando local. Cuando son tres los clientes hay que ver en la balanza quien es el que va a decidir de acuerdo al objetivo integrado de calidad, tiempos, costos y sustentabilidad. En cuanto a los entornos urbanos de trabajo, hay empresas que tienen variados espacios colaborativos y servicios como gimnasio, comedor, jardín de infantes y escuela, pero se genera cierta rebelión en los empleados cuando no tienen una buena interacción con la ciudad, un aislamiento producido por la no necesidad de salir a la calle”. La periodista Graciela Lira destacó el factor de la oficina en el tiempo: “es una realidad difícil para los argentinos, porque no todas las empresas siguen las mismas pautas y una de las dificultades es la del mantenimiento, ya que se debe considerar que el edificio tiene que tener completa vigencia por más de 30 o 40 años. Dejo como pregunta: ¿Qué pasa con edificios de oficinas desarrollados sin destinatario final, hay esa conciencia, cómo se plantea? El Arq. Elio Canda completa: ”Hay que reflexionar sobre la cuarta dimensión. Más allá del alto, el ancho y el largo, está la variable del tiempo, para ver si lo que proyectamos ha sido eficiente, sostenible, económico. Siempre hay que mirar hacia atrás para no volver a equivocarse y repetir lo que ha sido un acierto“.