Retomo el tema de la rentabilidad en nuestros comercios inspirado por el mensaje de muchos que son conscientes de la importancia de éste.

¿TENEMOS UN NEGOCIO QUE NO ES NEGOCIO?

Para hablar sin rodeos y con la franqueza que se necesita, debemos ser conscientes de que los márgenes mínimos para las ventas de hoy no deberían ser los que eran hace un tiempo, porque claramente los gastos se han incrementado de manera considerable.

04/03/2016 - 06:00Productos

Retomo el tema de la rentabilidad en nuestros comercios inspirado por el mensaje de muchos que son conscientes de la importancia de éste.Para hablar sin rodeos y con la franqueza que se necesita, debemos ser conscientes de que los márgenes mínimos para las ventas de hoy no deberían ser los que eran hace un tiempo, porque claramente los gastos se han incrementado de manera considerable.Y cuando esto sucede, el de la compulsa sin razón de precios, tenga la seguridad que no se beneficia ni Ud. ni su competidor, porque el que vendió no lo hizo de manera rentable, y perdiendo, en esa pequeña batalla, la posibilidad de atender otra venta u otra negociación que si le daría esa rentabilidad que tanto necesitan nuestros comercios.Tengamos claro que ya no existe aquella antigua escuela que pregonaba “no gano en esto, pero gano mucho con esto otro”, porque en lo “otro” ya no existen márgenes que me permitan reparar nada, y si alguien por un minuto piensa que vendiendo tarugos con un margen del 80 % tiene a salvo la salud de su comercio, sinceramente creo que está confundido.Claro que leyendo éstas líneas podría decir, ¿y qué hago cuando tenga una compulsa en la que mi competidor me hace bajar los precios? Francamente le diría que no la venda, porque eso no es vender, que nadie lo obliga a tener un negocio que dé perdidas, y que en ese mismo instante vaya en búsqueda de otra venta, la que si le permita vender a un precio justo, donde su margen sea el que le permita que su comercio “gane”, y si piensa que eso demanda un esfuerzo extra, está en lo cierto, pero si no está dispuesto a hacer ese esfuerzo será “victima” de la “no rentabilidad” y su comercio ya no sea aquel que le permitan cumplir con sus obligaciones e inclusive con un digno progreso.Alejandro Bogado

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