Llegó el momento de limpiar la grifería. A las maniobras exteriores que dan brillo y lucen sus líneas, hay que sumar una buena intervención sobre el interior. Porque no es cierto aquello de que “ojos que no ven, corazón que no siente”. Las piezas sienten el paso del tiempo y sobre todo el sedimento de minerales. Seguí estos pocos pasos y tendrás tus canillas como nuevas.Para el paso a paso, te presentamos la línea Puelo, monocomando para lavatorio con una elegante combinación de curvas y rectas, moderna y funcional para adaptarse a distintos estilos.PASO 1: EMPEZAMOSLo primero y urgente es cerrar la llave de paso para poder trabajar tranquilos y sin sobresaltos o imprevistos. Luego, buscaremos una moneda de un peso. Si, las que se pierden en un bolsillo o en la cartera. Sus dimensiones permiten encastrarla en la boquilla y con suaves movimientos se logra retirar la pieza sin esfuerzo.PASO 2: LIMPIEZALa pieza necesita de una fórmula básica para su limpieza: en un recipiente, mezclaremos tres partes de agua y una de vinagre blanco. Allí dejaremos reposar la boquilla unas horas dejando que el sarro y los minerales vayan despegándose. El proceso aún no termina: con un cepillo pequeño, por ejemplo el de uñas, es necesario recorrer toda la superficie despegando las partículas más resistentes.PASO 3: EL ARMADOTrás la limpieza, volvemos a armar el grifo con los mismos simples pasos del comienzo. Se presenta la boquilla y con movimientos suaves se enrosca hasta fijarla. Luego, con la moneda, se ajusta hasta que queda segura en su posición.Aunque cada línea de grifería tiene sus particularidades, el procedimiento se adapta muy fácilmente a tu caso. Algunas boquillas requieren de llaves o elementos específicos para ser removidas, pero encontrarás ayuda en los tutoriales de la página de FV SA.