La empresa norteamericana Kohler fue aún más lejos y presentó un inodoro inteligente que analiza la materia fecal y luego avisa por teléfono si encuentra una dieta desbalanceada o algún problema del organismo.
Un laboratorio y un spa en el baño.
La misma empresa salió con un spa que recibe instrucciones oralmente para ajustar la temperatura del agua, agregar sales, iluminar el ambiente e incluso producir niebla artificial.
Un laboratorio y un spa en el baño
La empresa norteamericana Kohler fue aún más lejos y presentó un inodoro inteligente que analiza la materia fecal y luego avisa por teléfono si encuentra una dieta desbalanceada o algún problema del organismo. Luego pasa a recomendar planes de dieta o incluso sugiere recetas. La misma empresa salió con una bañadera de US$16.000, la Stillness Bath. Inspirada en baños japoneses tradicionales, es más un spa que una bañadera, ya que recibe instrucciones oralmente para ajustar la temperatura del agua, agregar sales, iluminar el ambiente e incluso producir niebla artificial. Obviamente, está conectada a Internet y a través de la inteligencia artificial va “aprendiendo” sobre los gustos y costumbres del usuario.